A raíz de la reciente finalización del soporte de Microsoft a su versión XP han surgido grandes dudas entre los usuarios de Windows a la hora de mantener su viejo sistema con XP o pensar en otras alternativas. Y llegados a este punto nos planteamos ¿qué alternativas existen?
Intentaremos arrojar algo de luz sobre esta cuestión.
Seguir con Windows
La mayoría de la gente pensará que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Hasta cierto punto esto es cierto en los sistemas informáticos, pero con salvedades. Un sistema bien configurado y estable puede ahorrarnos muchos quebraderos de cabeza en nuestro día a día, si bien es cierto que el mundo de la informática es un entorno en permanente evolución. ¿Cuándo ha llegado el momento de jubilar un sistema y pasar a una versión más actual? Puede parecer que en entornos empresariales es donde se produce una mayor movilidad de sistemas, pero realmente es todo lo contrario. Los costes asociados a las migraciones, no sólo de dinero sino de tiempo, que al fin y al cabo se traduce también en dinero, pueden ser prohibitivos y hacer que una empresa continue utilizando durante mucho tiempo sistemas que si bien pueden parecer antiguos, siguen siendo perfectamente utilizables de cara al trabajo del día a día. Una cosa parecida ocurre con los usuarios domésticos. A veces nos empeñamos en tener lo último de lo último y no nos paramos a pensar si realmente lo necesitamos o si nos va a ofrecer un mejor servicio que lo que ya tenemos. En esta línea es donde puede que esté la respuesta a nuestra pregunta. ¿Necesitamos realmente cambiar?
En este caso, debido a la obsolescencia programada de un sistema como Windows XP que tenía fecha de caducidad, la respuesta a esa pregunta sería indudablemente SI. En primer lugar, debido a los importantes problemas de seguridad que puede acarrearnos el hecho de tener un sistema que no se actualiza expuesto a las amenazas de Internet. Diariamente aparecen nuevos programas maliciosos, virus y exploits dispuestos a invadir nuestro sistema. Tener un sistema actualizado, puede ayudarnos a evitar o reducir en gran medida estos riesgos.
Por todo ello, la alternativa más lógica sería adquirir una nueva versión de Windows, y actualizar nuestro sistema a Windows 7 o Windows 8, siempre que nuestros equipos estén preparados para ello. Los requisitos mínimos son idénticos para ambas versiones.
Probar cosas nuevas
Si eres un fiel seguidor de la filosofía Microsoft y no quieres ni oir hablar de cosas diferentes, aquí es donde deberías dejar de leer. Sin embargo, si tienes curiosidad por saber si hay algo más allá de Windows, te recomendamos que sigas leyendo y descubras que no sólo hay algo más, hay muchísimo más.
